Tantra rojo o sexo tántrico

El Tantra rojo o sexo tántrico es una práctica recogida dentro de una filosofía de vida. Y hace referencia a una cultura que recibe el mismo nombre, el tantra.

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Dicha cultura se sustenta sobre más de 4.000 años de historia. Nacida en oriente (en la India), lleva más de 15 años ganando adeptos en nuestro país. ¿Quieres conocerla? Vamos a profundizar un poco en ella.

El tantra rojo y otras modalidades

El tantra rojo es solo una de las modalidades de esta práctica. En concreto, la que recoge la parte física que se practicaría entre dos personas. Pero no hablamos solo de sexualidad.

Se trata de una unión o un comienzo dual, como una comprensión especial del universo y de la vida. Un principio que depende de la armonía entre dos y de la expansión y uso de sus energías.

Por otro lado, también estarían el tantra blanco y el rosa. El primero implica una preparación personal, como una limpieza o descontaminación de uno mismo. Un trabajo concienzudo.

Y el tantra rosa está más enfocado en el corazón y la parte emocional. Lo que significa que el componente sexual apenas supone una pequeña muestra del todo. Hablamos de una práctica muy espiritual y profunda.

De hecho, si eliminamos de la ecuación la parte puramente sexual, encontramos otra cosa. Y es que su origen está ligado al budismo. El tantra forma parte de la práctica consciente del existencialismo. El aquí y el ahora.

Cómo prepararse para el tantra rojo

Antes de iniciar cualquier ritual tántrico hay que empezar con el trabajo personal. Es algo muy básico, como un principio de humildad ¡acéptate! Haz las paces contigo mismo y con quienes te rodean.

Acepta defectos y virtudes. Solo de esta forma podrás vivir y disfrutar completamente. Y, cuando hablamos de sexo, esto tiene aún una mayor importancia. Ya que la propia desnudez nos expone.

Debes aceptar tu cuerpo, tus formas y cada una de sus características. Tanto en ti como en la persona que tienes delante. Así disfrutaréis de verdad del sexo y de esta práctica tan peculiar.

Por otro lado, aquí los sentidos juegan un papel principal, junto con la plena consciencia. Debes estar presente en todas tus dimensiones. Oler, probar, escuchar, tocar y mirar, pero 100 % enfocado en la práctica que acometes.

También tienes que practicar la libertad. Porque para que todo vaya bien, debes hablar con el otro. Transmite en cada momento lo que necesites y lo que sientas. Comparte tus pensamientos y lo que de verdad quieres.

No hay adivinos en la cama y cada cual hemos tenido experiencias diferentes. Por eso la comunicación es tan esencial. Liberada de tabús, complejos e incomodidades. Ábrete a una sexualidad auténtica.

Y permite que el otro haga lo mismo. Atiende a cada cosa que te diga, escucha y aprende. Juntos podéis conseguir aunar vuestros ritmos y energías. Se trata de una labor de mutua que os ayudará a fluir.

7 ejercicios tántricos para obtener el máximo placer sexual

El tantra tiene como finalidad ofrecernos una vida más libre. Unos sentidos más desarrollados para poder conectar con nuestro ser y con el de nuestra pareja. En definitiva, otra forma de amar y de amarse.

Y supongo que entiendes que requiere de práctica. Por eso vamos a ofrecerte unos ejercicios para empezar en el tantra y para disfrutar del placer sexual como nunca.

Tu sagrado presente

Aquí y ahora, ese es el primer paso para la consciencia en uno mismo. Focalízate en este momento, solo existe el presente. Céntrate aquí. Solo así será más sencillo conseguir una erección o el orgasmo posterior.

Una ayuda para conseguir conectar con el ahora es practicar una respiración consciente. Es el primer paso. Para eso colócate frente a tu pareja, ambos desnudos y relajados.

Cerrad los ojos y centraros en la inhalación y la exhalación del aire. En como entra y sale de vuestros pulmones. Esto os llevará unos cinco minutos.

Así, cuando ya hayáis controlado la respiración, tratad de conectar con la del otro. Acompasad vuestros tiempos como si fuerais un solo organismo. Con calma.

Ahora empieza el contacto visual

Abrid los ojos y tratad de mantener una mirada directa. Trata de imaginar qué estará sintiendo en ese momento y piensa en lo que estás sintiendo tú. Quizás esta parte os pueda resultar un poco incómoda al principio.

Es cuestión de práctica acostumbrarse a esa desnudez, a esa vulnerabilidad. Así como encontrar la comodidad dentro del otro, mientras desnudamos nuestros sentimientos. Esta parte también debe durar unos minutos.

Los chakras o centros de energía

En el tantra rojo o sexo tántrico hay un intercambio de energía. Esta proviene de esos puntos que representan los chakras. Y concretamente de seis  de ellos. Tres masculinos y tres femeninos.

En total, cada uno de nosotros tenemos siete chakras ubicados a lo lardo de la columna y hasta la cabeza. Y todos ellos intervienen en cada relación sexual de una u otra forma.

Dentro de esos tres de cada participante existen diversas combinaciones entre ellos. Por eso es importante estimularlos todos. Y aquí, el ejercicio consiste en hacer un masaje a tu pareja.

Tendrá que colocarse boca abajo para que puedas acceder a todo su cuerpo. Desde los pies a la cabeza, haciendo especial hincapié en la ubicación de todos sus chakras.

Después, el que recibe el masaje se tiene que dar la vuelta para seguir tocándole por la parte delantera. Al terminar, será el turno del otro y el que inicialmente daba el masaje ahora tendrá que recibirlo.

Explorar lo femenino

Es mejor que en el punto anterior sea la mujer la que reciba el masaje en segundo lugar. Aunque en el tantra, todos tenemos un lado femenino, también los hombres.

Esa parte se asocia a las tareas relacionadas con la sensibilidad o la ternura. Y ahora es el momento de explorar su cuerpo; su excitación y su placer. Para eso, de nuevo debes hacer un ejercicio consciente en el ahora.

Tienes que estar atento para percibir cómo aumenta su excitación. Cómo reacciona su cuerpo a tus caricias y cómo las recibe. Escúchalo y aprende. Eso también te proporcionará mucho placer.

Los descubrimientos

Este punto continúa con el anterior. Hasta ahora tenías que centrarte en las señales físicas de tu pareja o Shakti. Algo que además activa tu conciencia como hombre o Shiva. Y es que esto es como descubrir al otro de nuevo.

Previamente, habréis dibujado el cuerpo del otro por ambos lados, marcando las zonas que consideráis erógenas. Y ahora llega el momento de poner eso en práctica. Comprueba si has acertado con cuidado y atención.

Descubre todas esas zonas más sensibles y otras nuevas que no imaginabas. Céntrate en cada respuesta que su cuerpo te ofrece.

Ritmos diferentes

Tanto durante las relaciones como en los preliminares, el ritmo es importante. Porque todos somos susceptibles de acostumbrarnos a una carencia y al variarla todo se intensifica.

Cambia el ritmo de tus caricias; frena y acelera según creas. Y, cuando lleguéis a la penetración, haced lo mismo. Podéis probad combinando un ritmo más suave y cada varias penetraciones hacer una más profunda.

El orgasmo valle

Esta es una de las partes que más preocupa e interesa a los hombres. Lo referente al control del orgasmo, así como el poder dominar la eyaculación. Porque es este punto en el que el hombre pierde su energía.

Ese punto, el del orgasmo masculino y su explosión, es el pico. Pero después de eyacular entramos en el orgasmo valle. Es entonces cuando hablamos de un placer en todo el cuerpo mientras la erección persiste.

De esta forma se puede seguir practicando sexo y estimulando el clítoris de tu Shakti. Pero para llegar a este punto hace falta práctica. Tienes que percibir el momento previo a la eyaculación y detenerte.

Después de unos segundos podrás continuar y con el tiempo notarás esas sensaciones del orgasmo. Una recomendación es que pruebes tú solo durante la masturbación antes de hacerlo con tu pareja.

Esperamos que estos ejercicios de tantra rojo o sexo tántrico te ayuden a despertar nuevas experiencias. ¿Los probarás?

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